Qué difícil es componer, ¿verdad? Cómo componer una canción habanera.
Cómo componer una canción: Componer musicalmente una habanera
A veces cuando se escucha una canción que ha alcanzado el éxito, tiene uno la sensación de que esa composición es fácil -no sé, por ejemplo «Yesterday» de The Beatles-, de que eso se le ocurriría a cualquiera; pero cuando te pones a ver qué se te ocurre desde el más absoluto cero creativo te das cuenta de que no eres capaz de construir una melodía que ni tan sólo se parezca a algo tan sencillo como «Yesterday», ¡no tiene más de cinco acordes!.
Te pones ante el PC y pueden pasar días antes de que te salga de dentro alguna cosa que merezca la pena, porque esa es otra: el nivel de exigencia contigo mismo no te deja dar por bueno nada.
Por eso como componer musicalmente una canción habanera a veces resulta complicado.
Pero a lo que voy es a que, cuando por fin empiezas a dejar salir algo que te satisface entras en la fase de comparación, es decir, empiezas a pensar que se parece a algo que ya está escrito, a otra composición.
Esto en el caso de la habanera es un suplicio, ya que hay piezas tan bien conseguidas y reconocidas a nivel mundial que resulta casi imposible parir algo nuevo, que no se parezca «a…tal».
Como exponía en un anterior artículo, el género está muy arraigado en la estructura A en menor estribillo en Mayor, B en menor estribillo en Mayor y final. Eso condiciona bastante.
Por otra parte, el alejarse de esa estructura supone el riesgo de no comprensión ante cualquier innovación.
Desde esa perspectiva sólo se me ocurre una cosa: dejarse llevar por la «inspiración» del momento, se parezca o no a lo ya escrito, dejar fluir los sentimientos y la creatividad musical, valorar lo parido en cuanto a su calidad y, si llegamos a la conclusión de que es interesante, no tirarlo; si no se puede dedicar tiempo o no salen los recursos apropiados para la ocasión, guardarlo para más adelante y entonces arreglarlo.
Es cuando, a base de «transpiración» llegaremos a hacerlo bueno.
Estoy convencido de que en nuestro círculo, mundo, del género de la habanera, a pesar de toda la dificultad adquirida que apuntaba más arriba, tenemos creadores capaces de construir piezas originales que aporten frescura y novedad a nuestro repertorio que es, en definitiva, el del público amante del mismo.
De hecho, cada vez más se va consiguiendo esto.
Resumiendo, estaría muy bien intentar crear nuevas habaneras, basándonos en nuestra propia inspiración, con una distinta concepción melódica y armónica aunque ello signifique un porcentaje elevado de sudoración.
Cómo componer una canción: El arte de componer una habanera
Si te fijas, las grandes habaneras son sencillas. Pero llegan. Y llegan porque la simbiosis entre la letra y la música producen una magia irrepetible.
Una magia a la que nadie puede sustraerse. Un hechizo que no sabes por qué se te mete en la mente y en el corazón.
¿Por qué pasa esto?
Sencillamente porque en esa habanera hay una letra genial.
En la canción, la importancia de la letra es sublime. La música actúa como la ropa que viste esa letra y explica el sentimiento que la letra está expresando en cada momento.
La letra manda a la música qué discurso melódico debe adoptar en cada pasaje, en cada estrofa. Si la música obedece ese mandato, podemos afirmar que la simbiosis se va a producir indefectiblemente.
¿Entonces.. qué es primero, la letra o la música?
Yo siempre he compuesto la música sobre una letra. Excepto en «Les quatre banderes«, en la que hice una música sin saber aún que Miquel Martí Pol había hecho el poema para que yo un día lo descubriera y pusiera cada sílaba debajo de cada nota que ya tenía. Fue genial.
Pueden surgir de cualquier manera, incluso las dos a la vez, en un parto excelso como decía Joan Manuel Serrat, pero si la letra es primero ya te está indicando qué quiere, qué necesita.
Los tonos Mayor o menor también te los dice la letra. Sin más.
Cómo componer una canción habanera: Estructura de la letra
No se puede «habanerizar» cualquier letra. Hay que componer pensando en que se va a crear una habanera. Sabemos que este género se caracteriza por un compás de 2×4 o cualquier otro binario.
La letra debe ser concebida de manera que los acentos prosódicos coincidan lo más posible con los acentos musicales. En una habanera y en todo. Pero en una habanera más todavía para evitar el «esdrujulismo» o el «agudismo» innecesarios.
Me refiero, como ejemplo, al villancico: » Mariá, Mariá, ven acá corriendó, que el chocolatiyó se lo están comiendó». ¿Si?
Teniendo en cuenta estas premisas, pon tu corazón al servicio de un tema y escribe a priori lo que te salga intentando desde un buen principio dar ese compás de habanera a lo que escribas.
Si tienes un día inspirado y te surge una composición literaria larga, resúmela con lo mejor de la misma a la estructura A-B-Estribillo-A-B+Coda como máximo. Una canción no debería durar mas de 4 minutos.
Si te aflora una letra corta dale estructura A-Estribillo-B-Estribillo-Coda. Por corta no te preocupes, lo importante es lo que comunicas. Toma como ejemplo «Luz que Brillas«.
La música de una habanera
Va a depender de tu inspiración en ese momento y va a tener tu estilo propio siempre.
Pero como te decía anteriormente, te recomiendo que antes de poner ni una sola nota en el pentagrama leas la letra 3 veces. Sintiéndola, dejando que cada mensaje de la misma llegue a tu corazón.
No intentes poner música a una letra simplemente fraseando o aplicando la «pregunta-respuesta». Eso en canción no sirve para nada. No llega.
Deja que la letra te diga por donde debe ir la música, qué ropa quiere ponerse y busca esa ropa en el corazón.
¿El tema es divertido? Si escuchas la letra, y digo «escuchas» a sabiendas, te saldrá sin quererlo una música alegre, en tono Mayor. Seguro.
Si el tema es triste o melancólico te surgirá irremediablemente un discurso en menor. Hazte caso.
Después de haber escuchado la letra unas cuantas veces sin hacer nada, en tu interior ya se ha creado, aún inconscientemente, el discurso melódico que va a contar esa historia.
Escribe la música sin darle más vueltas
Empieza a escribir las notas que te va mandando la letra desde el corazón y déjala reposar. Que descanse en tu interior. Puedes emplear el tiempo que necesites para crear la melodía, pero después deja de escucharla durante unos días.
Cuando la retomes sentirás que es esa, exactamente esa, la música que necesita esa letra, ya lo verás. Será tu versión, única e irrepetible, de esa habanera.
Entonces habrá llegado el momento de armonizarla. El superior momento de vestirla.
Disfrútalo.
Instrumentación
En cualquier canción se puede utilizar cualquier instrumento. Eso hará genuina la creación, pero si que es verdad que cada género posee tradicionalmente una instrumentación que lo identifica como perteneciente al mismo.
En el género de la habanera y basándonos en sus orígenes, el instrumento identificativo es la guitarra. El sonido cálido y emotivo de la misma y su capacidad polifónica es suficiente para arropar una pieza.
Sin embargo, la incorporación del acordeón ha aportado el aire marinero, porteño, que refuerza el discurso melódico y el acompañamiento de la voz con un notable éxito debido a las nuevas sensaciones que proporcionan sus registros. Un buen acordeonista puede establecer un diálogo perfectamente detectable entre las voces y el mismo, obteniendo una sensación de marcha armónica preciosa.
Por otra parte, la inclusión del contrabajo en los arreglos de habaneras dota de un lecho armónico excelente al asegurar auditivamente la percepción de los acordes que se van sucediendo, así como el afianzamiento rítmico de la habanera.
También juega un papel importante el piano, instrumento total, que por sus características musicales puede dotar de supremo lecho a la narración cantada.
Y por último, la percusión. Los ritmos sincopados con una tumbadora y unas claves, por ejemplo, proporcionan una esponjosidad y un aire ancestral, africano, caribeño a la habanera.
Entonces.. cuál elegir?
Yo los elegiría todos. Los cinco. Sin problema.
Cuando no se conocía la electricidad la luz de una vela o un candil era lo más apreciado por la noche. Tras el descubrimiento de ésta, el Mundo se revolucionó positivamente.
Con esto quiero decirte que si utilizas bien la instrumentación, sea la que sea, será gratamente recibida por el oído y conferirá a la habanera un valor musical innegable, mucho más que con una guitarra sola.
Elige la instrumentación que desees en base a las sensaciones que quieres transmitir, siempre en función del texto, y crea. Sin más
Espero te haya servido esta pequeña reflexión sobre cómo componer una canción habanera.
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Estic totalment d’acord amb tot el citat anteriorment. És veritat que hi ha vegades que no surt res, que l’inspiració pròpia no dóna els seus fruits i que quan ho fa, aquests són molt propers a altres temes, ja composats. Per què succeèix això??? Doncs no ho sé, però la resposta la podríem trobar en les fonts d’inspiració en que ens hem nodrit, que ens han format, ajudat a coneixer la estructura d’un gènere i, fins i tot, en aquelles fonts que ens han despertat algun d’interès, emoció o sentiment.
Alguns grans mestres de la música com Beethoven, deien que esta molt bé dependre únicament i exclusivament de l’inspiració d’un mateix, per crear i buscar idees musicals, però que quan ens vingui, sobretot, que ens agafi treballant. Això potser ens pot ensenyar a que, dintre del procés creatiu, (i dient això, incluiríem qualsevol gènere o estil musical) no hem de ser dependents de la inspiració divina, que vé quan menys t’ho esperes i t’abandona quan més falta ens fa. Sinó que per compondre i també podríem afegir: per qualsevol tipus de creació artística. Ens hem d’estar formant i aprenent en tot moment. En el cas de la música diríem escoltant molta música, aprenent molta música, enriquint-nos de tota la immensa literatura musical que disposem i que tenim a l’avast. I no només centrar-nos en un sol estil, tot el contrari, quan més estils, formes, gèneres i temes diferents conegui el compositor, més faciliat tindrà aquest per crear amb fluïdesa i originalitat. Aquest, crec jo des de la meva humil experiència, que és el camí per aconseguir una total renovació de qualitat, amb les havaneres i que ja hi ha molta gent que ja ho ha començat a fer.
No ens quedem només amb «El meu Avi» i «La Bella Lola», com a fonts d’inspiració úniques. Busquem, investiguem, experimentem amb tots els diferents gèneres llatinoamericans i europeus de que disposem, per fer evolucionar les havaneres.
No hem d’oblidar que les havaneres són l’evolució d’una dansa anglesa del segle XVI, la country dance. Que va passar al continent entrant per França, d’aquí va entrar a la península ibèrica amb l’arribada dels borbons a la cort espanyola i aquí, va ser quan va experimentar la transformació de la «country dance» a la «contradansa». I la propera transformació no la sufriria fins a la seva exportació a Cuba, quan sofreix l’experimentació amb les melodies antillenques, els ritmes africans i es transforma amb «l’havanera».
Ara ens toca a nosaltres, als grups d’havaneres, seguir amb l’evolució musical, no la sentenciem de mort, no si us plau, nosaltres no. O com a mínim com a bons professionals o bons músics que som, per damunt de tot, treballem per que això no passi.
Eduard.